22 octubre 2011

A CUMPLIR LO DICHO

Continuando con el Libro de Hechos…
HECHOS 10:24-48


Algo en lo que muchas veces fallamos pero que Dios en buen tiempo le muestra a Pedro que tiene que predicarles a todas las personas sin importar raza, religión, características  físicas, etc. Y eso ¿Sabes por qué?; porque estaba viviendo en comodidad, predicándoles a los que podían entenderlo; a los que ya conocían.
Así nosotros tenemos que ir más allá y no conformarnos con la salvación que ya tenemos por gracia, sino por el hecho de  aquél que ha nacido de nuevo, que tiene asegurada su salvación, por default hablará de lo que Dios ha hecho en su vida, predicando el evangelio a toda persona.
Esto no lo haremos por las razones que creemos como humanos que son las correctas sino hablando de la verdad del evangelio, alimentando nuestro espíritu y poniéndolo en práctica.
Pero….
¿Qué alimentamos, nuestra carne o el espíritu? Sin duda alguna por el transcurso de nuestra vida alimentaremos la carne; con comida, películas, deportes e infinidad de cosas, aunque sin tener algo de malo claro, siendo una gran lucha llegando a la conclusión de que simplemente alimentamos a nuestra carne, esto no le  agrada a Dios.
Es así, que el predicar, dar testimonio, hablar del evangelio se hace alimentando nuestro espíritu fortaleciéndolo día a día.
¿Qué pasa cuando nos arrepentimos de nuestros pecados?
Somos justificados delante de Dios. Esto es: Somos justos a pesar de ser malos, y si oramos, claro que Dios nos escucha, pero depende de su soberanía si cumple lo que oramos o no, siendo que muchas veces caemos en el error de tentar a Dios con nuestras oraciones, como lo hacía el pueblo de Israel, y cuidado con eso, no vaya a ser que nos pase como a este pueblo, que como consecuencia esa generación no entró en la Tierra Prometida, muriendo en el desierto.
El ser cristiano no depende de la decisión de cada uno de nosotros, somos cristianos porque Dios así lo quiso, por su voluntad, por su gracia y misericordia. Adquiriendo una sencilla responsabilidad:Guardar su palabra = obedecerla.

Regresando al tema de  predicar el evangelio…
Cuando predicamos el evangelio, predicamos lo que Dios ordenó, no lo que nosotros pensamos o creemos. ¿Qué ordena Dios? ¿Por qué mando a Jesús a predicar el evangelio?   R: Porque estábamos perdidos y nuestro destino era el infierno, por su grande  amor hacia nosotros, teniendo ahora la dicha de ir al cielo después de morir.
Nos ordenó a predicar (hablar a toda la gente) y testificar(que la gente te vea y se asombre de tu comportamiento, vean algo diferente en tí), al vernos a nosotros mismos en un pasado y ver nuestro HOY, somos testigos de lo que Dios ha hecho en nustras vidas. 
 Si pudiéramos entender lo que en realidad significa el  Sacrificio de Jesús en la cruz, y reconocieramos nustra condicion pecaminosa, no jugaríamos a ser cristianos.
A pesar de que…
Llegará el momento en el que vamos a morir y todos llegaremos a la presencia de Dios, el problema es el cómo llegaremos, tenemos que esforzarnos para llegar con las manos limpias y con un corazón puro delante de Dios. Porque sólo el que persevere hasta el final será salvo. Porque el que ama a Dios cumple y guarda sus palabras, pues el que no cumple su palabra es porque no le ama! 

3 comentarios:

  1. excelente predicacion,que una vez mas reta nuestra condicion y reta nuestra manera de pensar, que esta enseñanzas sean de gran bndicion para nuestras vidas, joven tu que lees esto, no te apartes del padre, sino que comparte y testifica lo que Dios a echo en tu vida, y aun que emos sido pecadores el nos a lavado, perdonado y dado nueva vida para poderle servir a él por que no ay otra manera de pagarle.

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