22 septiembre 2011

ES NECESARIO PADECER ......

HECHOS 9:17-31

Ananías sabía que Saulo perseguía a la iglesia, ya que él era la iglesia en el fondo Ananías tenía temor de Saulo de Tarso ya que se le conocía por haber asesinado a cristianos pero aun así él obedeció la voz del Señor, entrando en la casa donde Saulo se encontraba le impuso las manos y le dio el mensaje que el Señor le había dado para él, y al instante recobro la vista que se le había quitado .



Sabes, lo impactante de esto es que nosotros tendremos que ser como Ananías sin importar el temor y miedo que podamos sentir, de sentirnos heridos; El amor por Jesús nos hará hacer lo que jamás como seres humanos imaginamos.


Te pregunto ¿tú amas a Cristo?


Una persona no puede estar llena del Espíritu Santo si esta cegada por sus propios pecados, para estar llena de Espíritu Santo primero tiene que haber alguien que les presente el Evangelio, pero el verdadero Evangelio: El cual  les diga que si no se arrepienten de sus pecados (lamentablemente y aunque se escuche fuerte) tu destino es el infierno,  si hay alguien que te dice: “Dios te ama”, claro que está en lo correcto Dios te ama y te amo, pero jamás te obligará, si tu eres esa  persona que aún no se arrepientes de tus pecados tu destino es el infierno...



Saulo fue bautizado para mostrarle a todos que había nacido de nuevo, para reconocerlo. Pero hoy en día si alguien se bautiza igual como lo hizo Saulo, peeeeeerooooo no han cambiado su vida, su manera de vivir, no se han arrepentido de corazón y sigue siendo igual que antes, de nada sirve!!


“Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. “ Hch 9:19
¿Qué quiere decir? Su alma, su ser, su espíritu estaba derrotado, sin fuerzas, pero cuando llega la palabra de Dios, cuando empieza la oración, empiezas a leer, su espíritu recobra fuerzas.
Aunque y a pesar de la necesidad estamos fortalecidos, recobramos fuerzas aunque no tengamos lo que quisiéramos. Y si

Tu cuerpo no ha sido recobrado. Es porque…

No ha probado alimento. Si no ha probado alimento es porque…

No ha recibido la vista. Si no ha recobrado la vista es porque…

No se te han caído las escamas de los ojos. Si no se te han caído las escamas es porque…

No has recibido al Espíritu Santo. Si no has recibido al Espíritu es porque…

No has nacido de nuevo.

Después de haber recuperado la vista y de aun más importante recobrar fuerzas espirituales pasa tan solo algunos días con los discípulos que habitaban en Damasco.
Se convirtió, y tan solo habían pasado 4 o 5 días y Saulo ya estaba predicando a Cristo no solo en las sinagogas sino a todos los que se encontraban, ¿debido a qué? A que tuvo una verdadera convicción. Y si nos pusiéramos las pilas a predicar el verdadero evangelio nosotros como jóvenes en nuestra escuela, calle, trabajo los que nos escucharan se quedarían atónitos, así como aquellas personas se quedaron al escuchar a Saulo predicar al Hijo de Dios siendo que unos cuantos días antes acababa de matar a sus últimos cristiano, ya que se preguntaban de una manera burlona que si él era el que había perseguido a los cristianos en aquel entonces, y aunque Saulo los escuchaba de una manera admirable no tomaba en cuenta sus comentarios sino que se esforzaba aún más; pero se esforzaba teniendo más comunión con Dios.
Pasando los días los judíos quedaron en acuerdo en matarle, esto es que aquellos con los que convivía, sus cuates ahora lo perseguían y eso pasara hoy en día aquellos con los que te ibas a fiestas, cotorreabas, platicabas, aquellos te perseguirán.
Saulo llegó a Jerusalén pero no le creían que era discípulo, y eso es lógico porque después de todos los antecedentes que tenía al hombre le era difícil creer el cambio que él tenía.
La pregunta es ¿cómo eres tú?
Saulo padeció simplemente lo necesario, no tuvo otra opción, y que a pesar de su pasado odiando, aborreciendo y asesinando a los que ahora apoyaba el haber reconocido su condición como pecador, y decir no lo merezco pero por Gracia el Señor me ha escogido, sólo así entendió lo que Jesús hizo en la cruz por él; y así cada uno de nosotros no importándonos que somos jóvenes, tenemos que mirarnos en un espejo, reconocer que somos pecadores y así haciendo que nuestras escamas se caigan de nuestros ojos, aunque exista dolor pero la vida es mucho mejor, el nacer de nuevo, admirando y agradeciendo lo que Dios ha hecho por nosotros pero sobretodo padeciendo lo necesario por su nombre, dejándonos moldear por Él para que, no tan solo aquí en la Tierra sino en su reino él nos reconozca. ¿Es difícil? Claro que lo es pero vale la pena…..



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